La comedia dramática australiana dirigida por Jocelyn Moorhouse trata sobre una mujer (Kate Winslet) que regresa a su pueblo natal, luego de haber vivido en Europa y haberse dedicado a la costura. Ella deberá enfrentar su supuesto pasado, y la hipocresía del pueblo que intenta beneficiarse de sus habilidades con la ropa.
Hay que destacar tres cosas del film: primero, la actuación de Kate Winslet es impresionante (esta mujer no deja de sorprender). Winslet transmite su personaje y sabe conmovernos. Nos hace reír y quizás hasta nos hace escapar alguna lagrimita.
Otra de las cosas a remarcar es la historia… quizás algo más específico que eso: el final. A medida que iba transcurriendo el nudo de la película pensaba que no había un posible final que no dejara un sabor amargo. Me equivoqué, (SPOILERS) el personaje de Tilly, interpretado por Kate Winslet sale triunfante, mientras el pueblo realmente recibe su merecido.
Esto último nos lleva a la tercer cosa que se debe remarcar, la proyección de un pueblo supersticioso y lleno de chusmerío/chismerío con los que debe lidiar Tilly. Intentaré no arruinarles la historia, simplemente diré que una tragedia ha movido al pueblo y esto sumado a la ignorancia ha hecho que la joven Tilly tuviera que partir y alejarse de su madre.
Ahora lo negativo que le pude encontrar es la extrañísima pareja Winslet/Hemsworth. Hay algo chocante en la misma, pero no encontré el por qué del asunto todavía. Creo que la química entre ellos fue cuasi inexistente, o al menos a mí no me la transmitieron.
¿La recomiendo? Sí, para pasar el rato es una buena película. Es algo diferente a lo que estamos acostumbrados a ver.
3,5 de 5
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