Les Adieux à la Reine es un film francés de Benoit Jacquot del 2002.
La película trata sobre una joven llamada Sidonie Laborde (Lea Seydoux), quien es nada más ni nada menos que lectora de la reina María Antonieta (Diane Kruger). La historia comienza el Día de la Bastilla, y muestra tanto la devoción que tenía Laborde por la consorte y a su vez el aprecio de esta última por la duquesa de Polignac (Virginie Ledoyen).
La historia de esta película no sólo muestra las decisiones y el terror que vivía la reina durante la toma de la Bastilla y los días que le siguieron, el film se arriesga a mostrar la amistad (podemos decir que algo más que una amistad) que tenía María Antonieta con la duquesa de Polignac. La última parte del film está destinada a la preocupación de la consorte por su querida amiga, a quien quiere sana y salva.
Aun así, lo interesante es que todo esto lo vemos a través del personaje de Laborde. Esto permite que no sólo nos quedemos con lo que ocurría en la habitación de la reina, sino también con lo que pasaba en Versalles, y entre los sirvientes de los monarcas. Nos muestran las reacciones y cómo las noticias de lo que está ocurriendo en París van desatando un caos y una preocupación en el Palacio Real.
En principio, la elección del reparto me pareció sumamente acertada. Diane Kruger me pareció excelente como María Antonieta, no sólo por su origen alemán y perfecto francés, sino también porque dio gran actuación. Léa Seydoux me pareció correcta, pero no se destacó de los otros actores.
Quiero remarcar la última escena de la película, ya que es donde se genera más tensión. La escenografía y el vestuario son también dignos de mención. Es una buena película, tiene un buen final, pero no esperen algo espectacular.
3 de 5