Una película llena de mujeres snobs inglesas, con jóvenes llenos de picardía y una historia completamente predecible. Pero ese cast compra a cualquiera, ¿o no?
Lucy Honeychurch (Helena Bonham Carter) es una inglesa de la alta sociedad que viaja con su prima Charlotte (Maggie Smith) a Italia. Allá se encuentran con varios personajes particulares, como la escritora Eleanor Lavish (Judi Dench) y los excéntricos y modernos Emersons (Denholm Elliot y Julian Sands). Durante su estadía, Lucy tiene un encuentro apasionado con George Emerson (bueno, así lo consideró su prima, al menos. Fue un simple beso, nada más). Charlotte y Lucy deciden mantenerlo en secreto. Cuando vuelven a Inglaterra, Lucy se compromete con Cecil Vyse (Daniel Day-Lewis), un hombre demasiado desagradable, que desprecia a todo el mundo que no esté instruido como él y que no disfruta de los placeres de la vida como George.
La historia es lo más predecible, por eso por momentos uno puede aburrirse un poco. No admite el elemento sorpresa, y ya sabemos cómo terminará la película. De todas formas, me parece que tiene diálogos que a uno lo hacen pensar. George es alguien que reflexiona sobre el universo constantemente. En la película hay una escena en la que los personajes hablan sobre el destino. ¿Existe o para todo hay una causa?
Por otra parte, que el personaje de Cecil sea uno de los más snobs de todos, es algo que deja un gusto desagradable en el espectador. El hecho de que a Lucy le empieza a gustar cada vez menos a lo largo de la película instala el interrogante de por qué accedió a casarse con él en primer lugar. Desde que lo conocemos podemos ver que es uno más de esa aristocracia que considera a todo lo que no pertenece a ella y no actúa como lo desean, como algo vulgar. Aun así, me parece interesante que a pesar de que él pertenezca a esta sociedad cerrada de mente, también la aborrece por momentos.
También se toca el tema del feminismo entre ambos personajes. Me parece destacable remarcar que la película está basada en una novela publicada en 1908. Cecil es el representante del pensamiento clásico de la época. Todo lo que él piense y diga es superior a lo que pueda pensar y decir Lucy. Eso se lo hace saber con el tema de los inquilinos y ella misma termina diciendo en un momento que sus cuestiones son más importantes que las de ella. Por otra parte, George representa a este nuevo tipo de sociedad que considera a la mujer como una persona cuyos razonamientos tienen la misma validez que las del hombre. En la escena en la que ambos están hablando en la biblioteca de los Honeychurch, George le dice a Lucy que él quiere que ella tenga sus propias opiniones, a pesar de que éstas sean contrarias a las de él.
Por otra parte, quiero destacar las actuaciones. Maggie Smith y Helena Bonham Carter siempre me parecieron excelentes actrices, y este film no es la excepción. Daniel Day-Lewis está irreconocible como Cecil, y su papel lo interpreta demasiado bien.
Al espectáculo de actuaciones, hay que añadirle la cinematografía y el vestuario que se lucen en cada escena. Si no tuviese una trama tan común y predecible, la película se disfrutaría más.
3,5 de 5